POR: MARCO A. HIERRO
Iván Vicente, Luis Bolívar y Alberto Aguilar era la terna que hacía el paseíllo esta tarde de domingo y de segunda de la Feria de Otoño en la plaza de toros de Las Ventas. En el cartel, un desafío ganadero con los hierros de José Escolar y Ana Romero.
El primero tuvo exigencia en las arrancadas, pero también franqueza y hasta cierta profundidad una vez metido en la muleta. Lo vio pronto Iván Vicente, que le dio distancia, le fomentó la inercia y le toreó la voluntad de perseguir cuando se acabó la carrerilla. Encajado Iván, le dio elegancia y naturalidad a las pasadas, pero falló con los aceros para escuchar silencio.
Solvente y sin problemas salió Luís Bolívar a lanceaba al segundo, un Ana Romero que se arrancó con emoción en tres grandes varas de Ismael Alcón. Fue pura solvencia la faena del colombiano, que tiró de raza y de oficio para someter por abajo la voluntad del cárdeno, con el que llegó a cotas importantes sin que terminase de romper la faena. Lo mató con seguridad y escuchó palmas.
El tercero, de Escolar, lució su cara alta en todos los tendidos de la plaza, remató arriba en tres burladeros y arriba llegó al penco las dos veces que acudió al penco. Con la muleta no fue nada fácil el de Escolar, que dejó un recado en los finales en cada arrancada a la franela de Alberto Aguilar. Voluntad y oficio sacó el madrileño, pero no tuvo el animal un mínimo de aconetividad y fijeza. Por todos los medios lo intentó el madrileño, que anduvo valeroso y decidido con. El cabrón vestido de gris. Mal con la espada, escuchó silencio tras dos avisos.
El cuarto fue un cabrón con pintas desde que salió de chiqueros. Con él se agarró en un buen puyazo Héctor Vicente, de los dos que recibió, y pudieron ser pocos. Ni un muletazo tuvo el animal en la muleta, a pesar del tremendo esfuerzo que hizo Iván por intentar salvar con nota su último examen venteño del año. Hábil para meterle la espada, escapó con silencio.
Al quinto lo puso Bolívar al caballo para lucirlo las virtudes. Y fue el primer encuentro del mejor de todo el ciclo, con un Escolar embistendo al picador que es a la vez el Mayoral de Victorino, Félix Majadas, que firmó un excelente tercio. Pero fue con la muleta cuando llegó lo caro. En un inicio asentado en los medios, recibiendo al de Escolar en la distancia con las plantas en el suelo. Mejor aún al natural, encajado en los embroques, largo en los viajes, con gusto para rematar tras la cadera y recibir la revuelta sin un error en el sitio. A menos se fue el animal, que se le negó a embestir al tiempo que perdió la pelea con el colombiano y se puso díscolo. Un puñetazo para matar propició la petición que quedó en vuelta.
El sexto no sacó el fondo hasta la faena de muleta. Ni siquiera cuando tiró al picador por la cabeza del caballo. Sólo cuando se quedó a solas con Alberto Aguilar le regaló embestidas de pitón zurdo para aprovechar. Y rugió Madrid cuando logró meterlo en el trazo, pero. No fue siempre. Por eso no hubo trofeo cuando arrastraron al animal. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO, Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño. Corrida de toros. Toros de José Escolar y Ana Romero, manejable y repetidor el exigente primero, exigente y serio el cárdeno segundo, deslucido e incierto el remontón tercero, deslucido y sin entrega ni franqueza la prenda cuarta, con cierta calidad de pitón zurdo el quinto, Iván Vicente, ovación y silencio. Luis Bolívar, palmas y vuelta. Alberto Aguilar, silencio tras dos avisos y silencio.