La corrida de El Puerto de San Lorenzo era la que hacía acto de presencia en la sexta de la Feria de Otoño madrileña en la plaza de toros de Las Ventas. Miguel Ángel Perera, Alberto López Simón y Juan del Álamo le hacían frente al encierro de la familia Fraile. Un gran lote de El Puerto de San Lorenzo propició el triunfo del extremeño, que reventó Madrid de toreo en primero y cuarto; sin lote Del Álamo y sin espada un López Simón que gustó en el sexto.
Número 19 era el primero de la tarde, un toro con plaza primero del lote de Miguel Ángel Perera que salió con un son parsimonioso. Perdiéndole pasos fue el hacer de Perera en los primeros compases capoteriles de la lidia del animal. Por chicuelinas fue el quite de Juan del Álamo tras la doble vara a un toro que salía muy suelto. Excepcionales fueron los pares de Curro Javier y Guillermo Barbero en el tercio de banderillas, lidiando soberanamente Javier Ambel recibiendo la ovación del respetable. Templadas fueron las dos primeras tandas a diestras de Perera, que llevó hasta el final la embebida condición del de El Puerto llegando con fuerza al tendido. Fue de mimo la estructura de Miguel Ángel, que llevó hasta el final el tranco de un toro que entendió a la perfección en tiempos, terrenos y ejecución de las suertes cuando éstas fueron al natural. Firme y seguro el toreo de Miguel Ángel, que refrendó su gran temporada. Prosiguió a más la labor del extremeño, en un extraordinario final en el que el toro hizo por el extremeño sin consecuencias aparentes. Entró la espada a la primera, cayendo tras aviso y doble golpe de descabello el toro. Máxima profundidad de Perera frente al buen primero de El Puerto, que le aguantó su mano baja.
No tuvo buen son de salida ya el segundo de El Puerto, un animal con el que Juan del Álamo intentó tener mimos tanto en el caballo como en las indicaciones a la cuadrilla durante el tercio de banderillas, pero no fue devuelto por el palco presidencial. Astado que pedía en todo momento los papeles, intentó pasaportarlo con lucidez el salmantino sin lograrlo. Macheteo y, espada en mano, dejó una estocada de rápido efecto.
Devuelto fue el tercero, un toro de El Puerto que perdió las manos en varias ocasiones antes de ver el pañuelo verde. En su lugar, salió el primer sobrero, con el hierro de Santiago Domecq. Distraído el animal de salida, fue construyendo Alberto López Simón un trasteo en el que debió imperar la cabeza para llevarse de su mano el tranco del astado. Animal que no estaba sobrado de fuerzas al que terminó por agriársele la condición. Silencio.
Le faltaba la entrega final al cuarto, un segundo del lote de Miguel Ángel Perera que no terminó de romper en los primeros tercios y que salía suelto de telas y trazos antes de que Ambel y Barbero le dieran vida palos en mano. Ajustadísimos fueron los péndulos del inicio de faena, en el que Perera aprovechó la condición de un animal al que hizo romper hacia adelante en las dos primeras series. Solito se le vino en la tercera, en la que Perera metió en el canasto a diestras a un toro al que cuajó con la mano diestra para lograr enjaretarle una extraordinaria serie por ese lado. La plaza en pie. Cosidito a su muleta con supremo temple fue la siguiente serie, en la que se llevó de su mano a Madrid. El afarolado puso el punto de emoción a la última serie a diestras antes de que un pinchazo y una estocada en buen sitio acabase con el de El Puerto. Oreja.
El sexto desordenó la lidia. Un toro que manseó claramente y que se picó de forma inicial en chiqueros. La otra vara fue de trámite. antes no pasó nada en el recibo capotero. El cierraplaza barbeó tablas antes de comenzar la faena de Simón. El de Barajas midió bien en la tanda inicial con cuatro y el de pecho, Abrió Alberto las distancias, le imprimió ligazón pero sin atosigamientos. Posteriormente López simón, siempre en los medios, exigió más a su antagonista en un palmo de terreno y con la ligazón como mayor virtud. Atacó el madrileño a su oponente por el pitón derecho y respondió el asatdo con franqueza. Por ahí llegaron dos series muy bien construidas y sin escupir nunca el engaño. Faena a más de López Simón que se las vio con un toro complicado pero agradecido en el fondo. Supo Alberto sacar las virtudes del mansito en una tarea muy meritoria. Se atracó en la suerte suprema e hizo guardia al sexto. Después se atasco con la tizona y perdió un apéndice que tenía asegurado.
FICHA DEL FESTEJO. Plaza de toros de Las Ventas. Sexta de la feria de Otoño. Corrida de toros. 19.925 espectadores. Seis toros de El Puerto de San Lorenzo y uno, el tercero bis, de Santiago Domecq. Miguel Ángel Perera, oreja tras aviso y oreja. Juan del Álamo, silencio y silencio. Alberto López Simón, silencio y ovación.
Foto: Emilio Méndez