Ofensivo por el pitón derecho, al de Joselito lo saludó Padilla por delantales. Tenía el toro poca fuerza y el de Jerez lo cuidó en banderillas con un tercio en el que no hubo ni una carrera de más. De rodillas por alto comenzó la faena de muleta. Se le apagó muy pronto la gasolina al astado unida a la escasez de fuerzas que traía de serie. Intentó Padilla mantenerlo llevándolo a media altura y dándole tiempos, pero todo esfuerzo fue en vano en medio del aguacero. Pitos al toro en el arrastre. Silencio para el torero.
Arreció la lluvia cuando salió el segundo. Lo lanceó a la verónica Garrido con gusto. En banderillas mostró un punto de brusquedad del que Garrido se percató al momento por lo que comenzó doblándole con él para luego darle una ración de suavidad y mando y así ahormadlo en series en redondo rematadas con excelentes pases de pecho. Faena de torero de frente despejada que epilogó con ajustadas manoletinas. Se atascó con el descabello y perdió toda opción de premio. Ovación con saludos.
Luis David recibió al tercero con una larga cambiada en el tercio, un toro bonito de hechuras al que quito del caballo por chicuelinas. A pies juntos sin enmendar la planta inició el trasteo. Con suavidad desgranó los derechazos en los que intentó llevar al toro en largo. Al natural instrumentó un par de series en las que hubo algunos pases de bella factura. Se apagó pronto el astado y Adame tuvo que optar por porfiar en su jurisdicción. Por benardinas finiquitó la labor con un soberbio volapié del que salió prendido en una espeluznante voltereta. Oreja.
Llovía con intensidad cuando Padilla se hincó de rodillas para dar una larga cambiada de recibo al jabonero que hizo cuarto al que picó él guardaba la puerta. Banderilleó la cuadrilla cumpliendo el trámite. Por ayudados por alto y por bajo que parecieron caricias inició la faena de muleta. Se quedaba muy corto el de Joselito y Padilla tuvo que ir perdiéndole pasos para intentar ligar los naturales que resultaron templados y suaves. Se enroscó después con la diestra en un alarde de buscar la conexión en los tendidos con desplantes que caldearon el ambiente en medio de un intenso aguacero. Oreja.
El piso aguantó hasta el quinto. Ya en este toro el albero se fue convirtiendo en barrizal. Garrido se fue a los medios, que era el sitio menos batido de la plaza, para quitar por gaoneras. Y en ese mismo lugar se dispuso para torear de muleta. O al menos intentarlo ya que el animal por culpa del piso perdían las manos en cuanto el toreo de Badajoz intentaba apretarlo. Le dio distancia Garrido y aprovechó la inercia del toro para acariciar las embestidas al natural logrando mantenerlo en pie y así dar sentido a su actuación. La de un toreo al que le funciona perfectamente la cabeza en todo cuanto ideó. Como el final de rodillas en redondo con el que encandiló al respetable unido al epílogo por luquesinas sin ayuda. De nuevo la espada le privó de mayor premio. Oreja.
No pudo Luis David salir a matar al sexto por estar siendo operado por lo que Padilla como director se encargó de la lidia. Sentado en el estribo en medio de un torrencial aguacero inició la labor muleteril que resultó complicada porque el animal a duras penas lograba mantenerse erguido en el lodazal. Tuvo que irse el de Jerez a los medios y allí si pudo extraer algunos compases al natural de estimable valor por la complejidad del escenario en el que se desarrolló su actuación. Preñada de honradez con unos tendidos que aguantando la lluvia agradecieron al torero su sincero esfuerzo. Dos orejas.
Olivenza (Badajoz). Sábado 3 de marzo de 2018. Cinco astados del hierro de El Tajo y uno de La Reina, bien presentados y de buen juego en conjunto, a excepción del primero que fue pitado al arrastre. Juan José Padilla, silencio, oreja y dos orejas en el que mató sustituyendo a Adame; José Garrido, ovación con saludos y oreja; Luis David Adame, oreja. Entrada: Tres cuartos. Ovación a Padilla al romper el paseíllo que saluda en el tercio.
Foto: Joao Silva