A estas alturas Joselito Adame ya es un auténtico figurón del toreo en México, un ídolo allá por donde pisa que, sin embargo, debe confirmar su condición y ganarse sus contratos en Europa paso a paso hasta el momento en que termine de romper en actuaciones clave en los momentos clave, y la de hoy, desde luego, pretende ser una de esas. Después de cortar una oreja hace dos semanas en el primer escenario taurómaco del mundo tirándose con arrojo a matar sin muleta, hoy regresa con la corrida de Alcurrucén a esta plaza.

«Es mi cuarta oreja que corto en Madrid. Es síntoma y se puede interpretar de muchas maneras. Es un grito a mi pasión, a mi rebeldía, a mi no conformismo, a mi superación y a poderme a mí mismo, que en momentos tan importantes y de tanta presión y exigencia me vengo arriba. Al final interpretas todas las formas y maneras”, señala el hidrocálido.

El mexicano no estuvo acartelado el pasado año en el serial más importante del mundo, y la empresa lo atribuyó a un malentendido, pero este año, con otra empresa y a doble actuación, Joselito necesita que la afición de Madrid no olvide sus comparecencias entregadas y sinceras en esta plaza, donde siempre parece transmutarse y ofrecer la mejor versión que lleva dentro en ese momento. El otro día toreó al natural de verdad, como hacía tiempo no se veía en Madrid, por eso hemos tenido a bien entrevistarlo.

«Tiene una consecuencia de trasfondo con esa llamada de atención. Claro está que no se me ha dado ese sitio que se me ha dado en México, pero lo estoy luchando y creo que méritos llevo hechos bastantes. Puede ser un grito de rebeldía y de un aquí estoy yo, tengo el carácter para competir con el que me diga”, señala sobre que las figuras quieran competir con él en México pero no en Europa.

Torero poderoso y de tremendo conocimiento del oficio, también es capaz de romper las faenas con sutilezas de armonía, pero sobre todo con la exigencia por abajo de su mano derecha y el gran valor que atesora y que también le da su extraordinario dominio de la técnica. El mexicano dejó una gran imagen al natural con la de El Torero más allá de lo de tirarse a matar sin muleta y así lo asegura.

«Fue una tarde desapacible, la gente estaba molesta y enojada. No era fácil. Mi segundo toro no pasó nada ni le dieron ninguna importancia, pero al final yo estaba convencido y los convencí de que ahí estaba pasando algo. Puse a embestir al toro con la mano izquierda con ritmo y despaciosidad con la mano izquierda. Tuvo unos trazos muy bonitos y preciosos. Al final tuvo también un matiz artístico la faena muy bonito a cargo de esa mano”, comenta.

Sobre ese hecho de tirarse a matar sin muleta, Adame asegura que «se me ocurrió en ese mismo momento. Soy una persona brava y arrancada, por supuesto pasional. En ese momento estaba delante del toro y dije que ese toro valdría para matarlo sin muleta porque abría mucho la cara, dije que lo iba a hacer, tiré la muleta y así fue. Nunca lo había hecho, ni con una vaca. Lo había hecho Luis David con una vaca e hice la suerte como si le entrar a matar con muleta. Fue un momento de arrojo”.

Respecto de la tarde de hoy en la capital, Adame asegura que «yo voy a lo mío, mentalizado a dar lo máximo posible, a no perder mi concentración y a poder dar una tarde que trascienda como trascendió la del otro día”.

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