Por: Redacción

Tlaxcala, Tlax., 25 de octubre 2019

Corrida de la Prensa.

De Arriaga en Hombros en tarde para la Historia.

DIEGO Silveti corta una oreja en su encuentro con Piedras Negras.

Casi lleno en la plaza de Tlaxcala Jorge El Ranchero Aguilar.

En medio de un ambiente de alegría y tradición celebrando los 500 años de encuentro de dos culturas (México y España).

Abre plaza Luis Pimentel con un astado de Juan Huerta, de nombre “Misionero” que embistió con calidad al toreo a caballo. Entregado y esforzado estuvo el jinete Huamantlense.

Los forcados de Teziutlán destacaron en una arrojada pega.

Pimentel remataría, después de un pinchazo con el rejón de muerte, con estocada entera a pie y dando una vuelta al ruedo acompañado de Los aguerridos forcados.

El primero toro para la lidia ordinaria, correspondió al torero guanajuatense de dinastía: Diego Silveti.

Fecha de importancia singular pues se cumplen 100 años de que Juan Silveti  Mañón comenzó a escribir la primera página de historia llena de arte y bravura entre los Silveti y Piedras Negras. Hoy después de un siglo se reúnen dos apellidos legendarios en el toreo mexicano.

“Columnista”, toro cárdeno, serio y de buenas hechuras, con el que Diego lanceó con gusto para rematar con una media muy pinturera. Con la muleta realizó una faena maciza y templada con la mano derecha.  Y firme y desmayado al natural.

El toro embistió con nobleza y seriedad y Silveti lució en cada tanda, así como en detalles preciosos por trincherillas y molinetes que deleitaron a la afición. Una oreja importante después de una estocada en el sitio.

Angelino de Arriaga, torero Apizaquense, dibujó verónicas sentidas y remate saleroso a “Noticioso”, un castaño serio y de bella lámina. Instrumentó un quite ceñido por chicuelinas y remate por revolera.  Lució con recursos y asomándose al balcón en el tercio de banderillas. Con la muleta desarrolló una faena con claridad y actitud por ambos lados ante un toro exigente. Remató con una media en buen sitio suficiente para cortar su primera  oreja.

El tercer toro de la agradable tarde en Tlaxcala, correspondió al torero local José María Macías. “Reportero” embistió muy despacio al capote suave de JM. Después de un buen puyazo, Macías se echó el capote a la espalda y protagonizó un quite por gaoneras estático. Con la muleta pulseó las embestidas cadenciosas del Piedras. A destacar una tanda por naturales y las ganas desmedidas de José María. Cerró con manoletinas y falló en par de ocasiones con la espada. Estocada desprendida suficiente para que doblara el toro y recibiera una ovación.

“Periodista” toro de justa presencia y fuerza, pero con cadencia en sus embestidas. Diego le dibujó toreo pausado con el capote. Después del brindis sentido al ganadero Marco Antonio González, vendrían con la muleta los pasajes de mayor calidad. Por derechazos, naturales y pases de pecho deletreados. De inicio a fin torería y personalidad de Silveti.

Hubo cierto ambiente de contrariedad por una leve división de algunos hacia el juez de plaza por la presentación del burel; sin embargo la obra fue silenciando las Protestas, fluyendo el ritmo entre toro y torero. Se quedó sin el eco deseado por el remate de la espada, y la constante división que impidió la salida en hombros del Salmantino. No obstante ovación fuerte y demostración del momento maduro y puro de Diego en su antesala para la temporada grande de la plaza México.

“Cronista”, el quinto de la tarde correspondió a Angelino de Arriaga, que alegró con su repertorio fresco con el capote y las banderillas. Inicio con toreo por ambos lados, flexiones y cambios de mano. Después acompañando con compostura las embestidas acompasadas. La faena mantuvo el tono y fue a más, resaltando los destellos de improvisación. Abrochó con estatuarios y después de un metisaca desafortunado, cobraría una estocada entera que le daría la oreja, que a la postre le significaría la salida en hombros.

El sexto y último de la tarde/noche de nombre “Periodista”, toro de fina y ensabanada estampa. Veroniqueó franco y quite valiente por saltilleras de Macías. Inicio en los medios con péndulo y derechazos recios ante la medida y noble condición del cierra plaza que se fue apagando poco a poco. La voluntad del joven matador siempre por delante y entusiasmando al público. Terminó su faena en tablas poniendo la fibra que ya le faltaba al astado, que fue distraído y complicado para matar. Pinchazo y media estocada que no manchan su continua disposición.

La gente se marcharía de la Preciosa plaza Tlaxcalteca disfrutando los tres variados conceptos y una noble corrida de Piedras Negras.

Una página más de la historia, de la cultura y de la tradición de la más bella de todas las fiestas.

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