Continuando con el proyecto-reportaje del fotógrafo Oskar Ruízesparza, nos comparte las imágenes captadas durante la estancia de 4 días que llevo a cabo el matador murciano Paco Ureña en la ganadería de San Constantino, en la que se puede observar como es la preparación del matador mental y físicamente en un tentadero de vacas así como la lidia a puerta cerrada de novillos.
Relajado, serio, pensativo observando cada movimiento de la preparación del ruedo y participando al tomar la manguera y ver como el chorro del agua se convertía en roció de gruesas gotas que al ir mojando el albero el aire en su inquieto vuelo esparcía ese olor a tierra mojada.
Siempre escucha los consejos tanto de Curro su banderillero de confianza o del matador Antonio Bricio administrador de la ganadería, o de su mozo de espadas JuanVi.
Las vacas una a una les daba la lidia adecuada, sus tiempos disfrutando ser y sentirse torero.
Los novillos a muerte sentado en los riñones demostrando la técnica que ha aprendido con el correr del tiempo, pero sobre todo el sentimiento que trae dentro de su ser y al externarlo en cada pase nos llenaba de emoción, su estética corporal y la reunión tan cercana al novillo nos hacia sentir la emoción que su toreo VERDAD tiene, siempre colocado entre pase y pase haciendo parecer que es fácil, lo difícil.
Continuaremos con la reseña de la preparación que llevo en tierras de Aguascalientes, Zacatecas y Jalisco, una ganadería diaria, diferentes encastes y en cada una de ellas al termino del tentadero me decían los ganaderos este es un PEDAZO DE TORERO, si le embiste un toro caerá con el pie derecho en la Guadalajara que exige el toro-toro pero también reconoce la labor de los toreros con ese oleeeee……… tan profundo que sale del fondo del ser y que desgarra el pecho al salir.
Fotos: Oskar Ruízesparza