El tercer encierro de los Sanfermines 2018 ha sido rápido con huecos entre los temibles toros de la ganadería gaditana Cebada Gago que corren muy pegados al suelo. Se han visto buenas carreras pero también los mozos han sufrido caídas y pisotones.

Es una divisa clásica en las calles de Pamplona que este lunes llega a su trigésima participación. En general, los animales muestran defensas astifinas y capas de lo más diversas ya que se pueden observar desde los negros a los ensabanados pasando por salineros, sardos o colorados. Los toros de esta ganadería son cortos de manos, bajos de agujas y ligeros de peso. Los que corren esta mañana oscilan entre los 495 kilos de Muchacho o Divertido y los 545 kilos de Pesadilla.

Los matadores Octavio Chacón, Luis Bolívar y Juan del Álamo lidiarán esta tarde en la arena pamplonesa los astados que han corrido este tercer encierro.

Los Cebada Gago fueron los primeros en salir en 2017, y protagonizaron un encierro limpio, que no llegó a los tres minutos, pero complicado y peligroso, con tres mozos heridos por asta de toro, uno grave de origen navarro con una contusión en la cabeza y heridas en el muslo y en la frente.

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