POR: ARMANDO BOLIO
Desde finales de 2015 llegó a nuestro país, procedente de Sevilla, España, un joven matador de toros, Lama de Góngora, quien sin un contrato en la agenda “quemó sus naves” y decidió probar suerte en cosos mexicanos y aunque de forma esporádica regresaba a su tierra, se afincó en Aguascalientes, por lo que desde el centro medular taurino del país empezó a relacionarse para abrirse camino a brazo partido.
En efecto, a Lama de Góngora nada le ha sido fácil de conseguir y lo que ha logrado ha tenido mucho mérito, nadie se lo puede discutir, pues poco a poco se ha moldeado a nuestra fiesta, con sus pros y sus contras, pero si ha conseguido hacerse ya de un nombre, se le reconoce y se le respeta, así nos lo hizo saber en interesante entrevista.
“A lo largo ya de dos temporadas en plazas de toros mexicanas, 2016 y 2017, he logrado avanzar y por ello siento que al cabo de esta campaña, habiendo tocado igualmente Perú, he subido un escalón para llegar a donde deseo, es decir, pensar ahora en torear en plazas de primera y en carteles más rematados”, comentó el espada andaluz.
Los objetivos del torero sevillano son muy claros, después de haber sumado 20 corridas en 2016 y otras 20 en 2017, con el corte de 18 orejas y dos rabos, uno de ellos conseguido en Solalpan Temoaya, Estado de México y el otro en Ajacuba, Hidalgo, cerrando su temporada el reciente domingo 10 de este mes en Calvillo, Aguascalientes, donde obtuvo una oreja, a través de su apoderado español Guillermo García Palacios, ganadero de Albarreal, es que buscará dar otro salto de calidad en 2018 pues, “México ha sido fundamental en mi desarrollo taurino”, afirmó el diestro.
“En efecto, antes de poder torear en Sevilla, me gustaría torear varios festejos tanto en México como en España, pues la intención es buscar confirmar en Madrid y en la Monumental Plaza México. Particularmente me siento del gusto de la afición mexicana, creo que he calado en ella y deseo seguir expresando mi tauromaquia como a mi gusta”.
Sin duda, lo que cuesta más trabajo es lo que más se quiere y se atesora.
“Ya lo creo y en lo personal me baso en una frase del maestro Ignacio Sánchez Mejías que dice ‘que cuando se tiene un misterio hay que saber contarlo’ y si a ello le aunamos que la soledad me ha hecho madurar y ser más romántico para querer mi profesión, simplemente mi misterio es ese, el saber contarle a la gente a través de mi toreo lo que yo siento delante del toro. Soy un torero joven con mucha ambición pues sé lo que quiero y quiero lo que sé”.
Por lo pronto, Lama de Góngora tiene por torear para abrir el Año Nuevo, el sábado 6 de enero en San Francisco de los Romo, Aguascalientes; el domingo 14 en Juchipila, Zacatecas y tiene por confirmar Autlán de la Grana, Jalisco, para febrero. ¡Enhorabuena y suerte matador!