Artículo de la Revista Jornada Taurina Edición No. 59 Junio 2016
EL PANA, UN LOCO GENIAL
Por: Edgar Mendoza
Rodolfo Rodríguez fue hermano de siete, jornalero, plomero, enterrador de panteón, vendedor de gelatinas y panadero.
“El Pana» es un torero de una sola tarde, a lo mejor puede salir un torillo que lo tropiece y se podría acabar la magia y la leyenda de El Pana”. Comentó el torero en alguna ocasión.
El Pana es un personaje inventado, creado por Rodolfo Rodríguez González para ser un torero diferente y que venga a terminar con la monotonía que ha tenido la Fiesta de los toros durante mucho tiempo.
Rodolfo Rodríguez “El Pana”, fue un Salvador Dalí sin suerte y sin Gala, un torero que de haber nacido en España hubiera tenido un Mercedes a la puerta y una par de fincas.
“Quise ser torero para sacar de la miseria a mi familia. Mi viejo panadero, Minutito, -que en gloria de Dios esté- un día me dijo que yo tenía cuerpo torero y que si conseguía llegar a ser, vendrían parné, gachís, viajes y fama, y mira Dios es muy grande y me lo ha cumplido todo a cabalidad”.
Rodolfo Rodríguez González nació en Apizaco, Tlaxcala en 1952 y fue todo un personaje en el mundillo del toro, 48 años en el toro, de los cuales ya son 37 de carrera como matador.
Entre las frases célebres del brujo de Apizaco recordamos esta:
“Cansado de ser un cuerdo mediocre, decidí volverme un loco genial”.
Aprendió del toro de manera furtiva, toreando de noche y a escondidas, y vivió mil y una aventuras corriendo la legua, -como se dice en el argot taurino- pasando hambre con la única ilusión de poder llegar a donde hubiera una oportunidad de torear.
El Pana se auto denominaba como un emisario del pasado: “Yo siempre he creído que “El Pana” nació fuera de tiempo, yo debí haber nacido en la época de oro en el toreo, en el siglo pasado”.
Se dio a conocer, cuando en 1977 se lanzó de espontaneo en la Plaza México cuando salió el toro “Pelotero” de San Martín, que correspondía a José Antonio Ramírez “El Capitán”.
Para el año siguiente, 1978, el 6 de agosto para ser exactos, se programó una novillada de selección, de esas de 6 novilleros en la que se incluís al espontáneo Rodolfo Rodríguez “El Pana”. Esa tarde fue donde el Pana les pegó un jabón a todos desde la partida de plaza, arrastrando los pies y con el desparpajo que le conocemos. El Pana se volvió un ídolo desde el primer día con su personalidad y sus triunfos, así como también sus espectaculares petardos.
El personalísimos par de calafia, es estrenado el 10 de diciembre de 1978 en un mano a mano con Cesar Pastor, ambos triunfadores de la temporada. Aquel día el Pana vuelve a salir de forma apoteósica tras indultar un novillo de Begoña y se fortalece el romance con la afición de la plaza más importante de nuestro país.
Llegó la etapa de pensar en la alternativa, y con ello, la etapa de darse cuenta que la “boca floja” del torero le había generado muchos enemigos debido a sus constantes burlas y apodos, ya que al empresario Alfonso Gaona le decía “Dr. Ganona” porque según el torero no le pagaba lo justo por torear, a Manolo Martínez le decía Manolo telones –por la dimensión de sus capotes- o también lo llamaba “La Gorda”.
Con esos problemas “políticos”, fue muy difícil encontrarle un padrino para su alternativa, que finalmente se llevó a cabo en marzo de 1979, de manos de Mariano Ramos y Curro Leal. Después de la alternativa, fue boicoteado por Manolo Martínez y Eloy Cavazos al que llamaba “El enano diabólico” y poco a poco, su carrera se fue apagando hasta aquel día de enero donde “Rey Mago” le hizo justicia y lo regresó a los cuernos de la luna.
En alguna ocasión le preguntaron si le gustaría morir en el ruedo como Manolete y el brujo de Apizaco contesto: “Como dijo Belmonte, se hará lo que se pueda”.
Se fue el “El Pana” a los 64 años, un toro lo cogió el pasado 1 de mayo de 2016 en ciudad Lerdo, Durango.
Descanse en Paz.
