La administración del rejoneador mexiqueño Fauro Aloi informa que, por desgracia, ha perdido a su caballo “Manili”, mismo que amaneció muerto en su caballeriza, ubicada en el cortijo que tiene en Cuajimalpa y donde tiene toda su cuadra estelar.

Sin duda, ello le representa al torero equitador una dura pérdida, no solamente por su calidad delante de los toros sino porque afectivamente estaba muy ligado a él.

Se dice que, probablemente fue un paro cardiaco el motivo del deceso de “Manili”, equino que contaba ya, con 21 años de edad y, era utilizado por Fauro en el último tercio para colocar banderillas cortas y ejecutar la suerte suprema.

La historia de este caballo de pelaje alazán es sumamente interesante, pues, en primera instancia estuvo en manos del lusitano Joao Salgueiro y luego paso a ser propiedad del navarro Pablo Hermoso de Mendoza. Andando el tiempo, entonces, se incorporó a la cuadra del queretano Horacio Casas y desde hace cinco años estuvo con los Aloi, llegando a torear hasta un centenar de festejos.

“Manili” era un caballo anglo-luso de dócil trato y tenía un estupendo sitio en la cara del toro. A lo largo de su vida en los ruedos fue muy versátil, pues tenía facilidad para recibir a los toros y también para ejecutar la suerte de matar, que era para lo que lo utilizaba Fauro en la actualidad.

Esta lamentable pérdida le ha generado un hondo pesar al rejoneador del capital del país porque “Manili” fue un auténtico “caballo-escuela”, una guía para aprender a torear y desarrollar sus cualidades como torero, así como afianzar el aprendizaje de poner otros caballos para el rejoneo.

La última corrida que toreó “Manili” fue la del reciente 29 de junio en el coso de San Juan del Río, Querétaro, tarde en la que Fauro cortó dos orejas al segundo toro de su lote, de la dehesa local de La Antigua.

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