POR: JOSÉ MARÍA VIVAS

Alejandro Rodríguez madrileño de Torres de la Alameda y alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, resultó triunfador del certamen de Escuelas en la Plaza de Toros de Las Ventas, un gran triunfo que le puede ayudar en el futuro y para la temporada 2018.

Alejandro Rodríguez, triunfador del certamen de Escuelas 2017, ¿suena muy bien?

La verdad es que sí, que suena muy bonito, después de tantos años de lucha y constancia la recompensa va llegando poco a poco.

Y nada menos que en la plaza de toros de Madrid.

Las Ventas es un marco incomparable, la plaza a la que voy desde que era un crío y en la que tanto anhelaba torear. La verdad es que fue increíble y súper mágico poder torear en ella porque todo lo que se realiza en esa plaza es distinto, todo tiene importancia y categoría.

Mucha responsabilidad…

Era una tarde de mucha responsabilidad, pero intente no presionarme más de la cuenta sin obviar la oportunidad, pero tratando de disfrutar mucho de una ocasión y una plaza tan bonita.

Y además representando a la Escuela de Madrid.

Sí, representar a la Escuela de Madrid requiere una presión mayor, puesto que se espera mucho de nosotros, pero es bonito puesto que estoy representando a una escuela que tan bien me ha tratado, que tanto me ha ayudado y que ha dado tantos y tan buenos toreros.

Tiempos difíciles para la Escuela, ¿qué tal el traslado obligatorio? ¿En qué situación se encuentra ahora?

Difíciles pero ilusionantes. El momento de la Escuela a día de hoy es muy prometedor, el trabajo que se está haciendo es inmejorable, tanto en los entrenamientos en la Venta como todos los tentaderos y novilladas que nos proporcionan. Sin lugar a dudas y no exagero de los mejores sitios para forjarse como torero.

Eres de Torres de la Alameda, allí tienes dos buenos espejos donde mirarte, los matadores de toros Jose Maria Plaza y Fernando Adrián.

Maestro Plaza todo un referente para mí, es una admiración total la que le proceso y una persona a la que tanto le debo por todo lo que me ha enseñado y por tantos años de dedicación hacia mí. Y Fernando Adrián otro referente, con una proyección impresionante y que estoy seguro de que aún le quedan muchas cosas que decir en el mundo del toro.

Y hoy en día un tercero que también vive allí, Julio Campano, que además ejerce de apoderado, aunque sigas bajo el techo de la Escuela.

El apoderamiento de Julio Campano, junto con la Escuela de Madrid, me hace una ilusión tremenda, nos entendemos bien a la hora de entrenar y de entender el toreo. Ya estamos manos a la obra y todos los entrenamientos que llevamos juntos me ha inculcado unas enseñanzas y unos valores muy buenos y hemos corregido muchas cosas técnicas para pulir de cara al año que viene. La verdad es que seguro que sacaremos algo muy positivo de este tándem.

Alejandro eres joven y el camino es largo, pero lo de Madrid y el triunfo de las Escuelas no es mal comienzo.

Como bien dices el camino es muy largo y esto es una pequeña piedra de todo lo que queda por construir, lo mejor es seguir con la misma trayectoria, mentalización e ilusión que hasta ahora y ya pensar en todo lo que viene a partir de este triunfo.

¿Cuáles son las pautas que os marcáis para 2018?

Las pautas son las de hacer todo el campo posible de becerras y tratar de matar toros este invierno y lidiar bastantes sin caballos antes del debut con picadores que será a mediados de año. A partir de ahí cerrar una etapa y empezar a construir una nueva.

Muchísima suerte Alejandro.

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