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EL DIESTRO PERUANO HA DECIDO TERMINAR SU RELACIÓN DE APODERAMIENTO CON RAMÓN VALENCIA Y JOSÉ ANTONIO CAMPUZANO

Roca Rey, el matador de toros peruano, ha roto con Ramón Valencia y José Antonio Campuzano este miércoles, sus apoderados desde 2015, cuando la empresa Pagés formó equipo con el maestro Campuzano, la persona que lo descubrió.

El torero se ha reunido con los dos para comunicarles su decisión. «Se han reunido esta mañana con Ramón Valencia y han decidido finalizar de mutuo acuerdo la relación profesional de apoderamiento que les unía». A su vez, «tras otra reunión con José Antonio Campuzano han decidido la no renovación a su vencimiento del contrato«.

Roca Rey «está muy agradecido a ambos por la labor que han realizado tanto en lo personal como en lo profesional durante esta etapa tan importante de su carrera taurina».

Tras esta decisión, «el torero se tomará un tiempo de reflexión para decidir qué camino escogerá para proseguir su gran trayectoria en la tauromaquia». Según su entorno no «tiene ninguna oferta ni a nadie detrás».

CAMPUZANO, OJEADOR DE FIGURAS

El maestro Campuzano, retirado desde el 2000, se cruzó con Roca Rey en 2008. Según ha contado en algunas entrevistas, lo vio torear un becerro en Perú, en la ciudad de Bambamarca, con 12 años. Habló con sus padres y él. A los 16, Roca Rey se mudó a España «para ser figura del toreo».

En 2015, tras abrir la primera Puerta Grande de Las Ventas como novillero, Pagés, la empresa de la Maestranza, entró en el equipo de apoderamiento. Roca Rey se lanzó como figura del toreo en las siguientes temporadas, dando la razón a Campuzano, que lo descubrió tan joven.

Campuzano también fue el responsable de impulsar la carrera de Castella, la última gran figura francesa, con el que estuvo 11 años y lo acogió desde los 14. O Ureña, a quien aconsejó en sus inicios. Acompañó a otro torero importante, Alberto Aguilar, y se fijó en Iván García, Ángel Teruel o en los toreros colombianos Ramiro Cadenas y Luis Miguel Castrillón, con los que no tuvo tanta suerte.

Sufrió un ictus con 65 años, en 2019. En agosto desmintió a este periódico los rumores sobre la ruptura con Roca Rey, aunque ya no estaba tan encima de la carrera del torero.

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