Cara y cruz

Feb 11, 2019

. POR: ÁLVARO RAMÍREZ

Tarde de gran expectación en Valdemorillo para asistir a la reedición del cierre de la Feria de Abril del pasado 2018. Encierro 100% sevillano que enfrentaba a los toros de la legendaria ganadería de Miura a Manuel Escribano y Pepe Moral, que se batían en mano a mano. Más de tres cuartos de entrada en La Candelaria para presenciar el duelo.

El primer miura ya dejó claro a los tendidos cuál era el encaste de la ganadería que se lidiaba. Agalgado y lavado de cara, Escribano lo recibió con el capote y aguantando con dificultad. A pesar de ello, no puso de su parte el astado, que no tuvo demasiado recorrido en la muleta y embistió con peligro. Estocada efectiva del de Gerena y saludos.

El tercero no fue un toro fácil, a pesar del resultado obtenido. Su tendencia a buscar las tablas continuamente marcó la faena de principio a fin, pero Escribano supo entender este defecto y consiguió sacar algunos muletazos de muchos quilates. Estoconazo pegado a las tablas, de donde fue imposible sacar al toro en la parte final, y primera oreja de la tarde.

Le quedaban, por tanto, dos más a Escribano. Sin dudarlo, se fue frente a chiqueros para recibir al quinto a portagayola, quedando evidente que iba a por todas. En el tercio de muleta fue otro toro dificultoso que no embistió con profundidad, aunque Manuel intentó sacar lo mejor al igual que había hecho con su segundo. Antes, en banderillas, el sevillano enloqueció al público por su valor y coraje. Para finalizar, una tanda de manoletinas y estocada. Segunda oreja de la tarde y puerta grande.

El último de la miurada, un cárdeno claro de Zahariche, fue con mucha probabilidad el toro más difícil del encierro, con un comportamiento de lo más natural en este encaste. A punto estuvo de prender a Escribano en varias ocasiones, tanto en los primeros compases de la faena como en la parte final. De hecho, quizá lo más destacado fue su entrada al caballo. A pesar de ello, Manuel estuvo muy digno e intentó todo lo posible ante un animal del que difícilmente se podría haber extraído algo más allá de unos cuantos olés. Aplausos.

No tuvo suerte Pepe Moral para comenzar la temporada en territorio español. En uno de los primeros lances con el capote, el segundo toro se metió hacia dentro y lo lanzó al suelo con dureza. No hubo cornada, pero el matador se resintió del codo y de la rodilla. Imposible que hubiese faena, ya que ni el toro tuvo posibilidades ni el de Los Palacios, que cojeaba continuamente, permitieron desarrollar la lidia con normalidad. Pinchazo, estocada defectuosa y silencio. A la enfermería.

Para el cuarto volvía Pepe Moral de la enfermería, sin chaquetilla y con un vendaje en el codo y en su maltrecha rodilla. Pronto fue evidente que no se encontraba bien físicamente, aunque su tremenda valentía, tesón e intensidad hicieron que a pesar de ello lo intentase hasta el final con otro miura que tampoco puso ninguna facilidad. La espada se le atragantó Moral, que se fue de vuelta definitivamente a la enfermería, no sin antes pedir perdón entre lágrimas a la afición reunida en Valdemorillo.

 

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Valdemorillo.- Madrid. Última de feria de San Blas. Toros de Miura para el mano a mano entre Manuel Escribano y Pepe Moral.

Manuel Escribano, petición, oreja tras aviso, oreja y aplausos en el que mató de Pepe Moral

Pepe Moral, silencio y herido

Incidencias: Pepe Moral resultó prendido durante la faena de capote del cuarto toro de la tarde. En estos momentos está siendo operado en la enfermería de la plaza de toros de #Valdemorillo de una cornada interna. Será trasladado al hospital  Puerta de Hierro de Madrid.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *